lunes, 21 de noviembre de 2011

Namastē

Bienvenidos a Hablamos de series, que como el propio nombre del blog indica, aquí se habla de series. En los últimos años la audiencia de éstas ha aumentado de manera descomunal, se han creado grandes series de televisión desde comienzos del 2000, y el país de donde proceden los mayores exitos es el de nuestros amigos los norteamericanos. Sí, como en muchas otras cosas, aunque nos duela, van a la cabeza.

Personalmente me considero una enferma de las series, muchas veces entre serie y peli siempre me quedo con la primera, la tensión por saber que pasará se mantiene de semana a semana o de temporada a temporada (esto es lo más duro).

La serie con la que empecé a detectar mi enfermedad por éstas fue Lost, que mantuvo en vilo a millones de personas en todo el mundo, y que aunque el final fue bastante decepcionante para muchos (bien porque ya no habría ninguna más o bien por las miles de teorías que los seguidores desarrollaban por foros en internet y que al final no se acercó a la realidad) debemos reconocer que fue una serie que dio mucho de que hablar.

Para finalizar este primer post os dejaré con una de las mejores escenas (siempre desde mi opinión) de una de las series de la cadena norteamericana HBO, True Blood. La escena pertenece a la tercera temporada, que aunque hay que reconocer que la serie ha perdido mucho en las últimas temporadas, el final de esta escena pone de manifiesto ese humor negro que tanto me enganchó a ella. Disfruten!





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